jueves, 19 de mayo de 2011

Sabores relevantes para los recuerdos... abstractos para el presente... insospechados para el futuro.

 Se suman a la larga lista de bellos momentos, esa que también tiene malos recuerdos. Así como los besos agridulces, si, precisamente así. Hechos que algún día fueron el alimento de grandes esperanzas, de sueños iluminados por la dicha de crecer como persona, de anhelos que provocan dentro de las almas -incluso aquellas devastadas por la crueldad- a construir en su faena de eternidad, un castillo de arena que no pueda ser derribado por el mar.
 No importa que el poder de los recuerdos, ni la grandeza de las metas, no tenga el mismo valor para todos, pues nuestra única certeza, es que el acto que llevas a cabo tiene una finalidad y esa finalidad debe cumplirse, de ser así el resultado puede no ser el esperado, y sea como sea... Siempre logramos obtener algo.

domingo, 15 de mayo de 2011

Una distancia considerable

Camino con las manos congeladas, mis dedos son atrapados por la penetrante briza helada que el frío les proporciona. He visto en mi vida muchas cosas, y aún así me detengo por un momento a cautivarme con algo que de lejos llamó mi atención con impaciencia. En las noches, en el cielo, las nubes hacen de la luna una luz fríamente aterradora, y su ves la visten de elegancia, lo que tenía enfrente de mis pupilas se asemejaba mucho a eso, a la terrorífica y elegante luna en las noches nubosas. Parce extravagante, pero por alguna, razón sin sentido aparente, aquello que para muchos es una osadía innecesaria, aquello que podría considerarse un acto de masoquismo, para mi era seductoramente necesario, tanto así que sin importar el temor que me diera,  me acerqué deslumbrado por su falta de brillo, anonadado por su opacidad, incliné mi cuerpo hasta ella, la tomé entre mis manos y le pregunté - se que si me hablaras dirías que estoy loco, como mucha gente debe de pensar sobre mi, sin embargo ¿quieres acompañarme en este viaje? - no obtuve respuesta, de manera que decidí, que me haría dueño, amo y señor de su destino, y en esa tajante decisión, a pesar de ser tan autoritaria, no me hizo sentir dictador de su vida, por el contrario, me consideré el salvador de su vida. 
Mi camino no sería largo, ni arriesgado, ni sería un viaje emocionante e interesante. Conservando el temple que me caracteriza, caminé por unos metros con mi nueva amiga en las manos, feliz, contento, aunque no calmara en lo absoluto el frío de mis manos, por que de hecho, ella estaba más fría que yo. intenté taparla con las ropas blancas que cubrían mi cuerpo para comprender si obtendría calor, pero fue frustrante comprender que no habría jamás calor en su fisionomía. Bajo la presión de entender que no podía cambiar su estado inercia, tomé la consideración de acabar con esta situación, sin premeditar los riesgos de la operación. La apreté en mi mano derecha, la sostuve unos segundos antes de culminar mi furibunda acción, aspiré el aire escasamente natural que existe en la ciudad, tomé fuerzas, y la lancé con todas mis fuerzas a algún destino desconocido para mis ojos... 
Pasó un momento antes de escuchar un grito desgarrador, y solo pude mantener mi perplejidad, y aquello fue mi única reacción, y luego de unos instantes aparecieron esos tipos de los que huyo constantemente, no logré escapar pues por el grito paralizó cada uno de mis músculos. Los tipos en su disposición poco amable, golpearon mi estomago dejándome así privado de oxigeno, lo cual finalmente me derribó, dándome como lecho, el frío y húmedo suelo. Al momento en que percataron mi falta de reacción, me tomaron entre sus brazos y me llevaron de regreso a mi aconchada habitación, y de mi congelada amiga no volví a saber jamás, solo pude suponer que su dura y rugosa forma debieron herir a alguien, y bajo esa circunstancia no me arrepiento de que la distancia tan considerable que cruzó gracias a mi,  tuviera un objetivo aleatorio, que le diera de alguna manera aunque sea, unos instantes de vida.


Ojalá comprendan este texto, creo que es importante aprender a ponerse en el pellejo de gente que quizás nunca crean que serán.

domingo, 8 de mayo de 2011

Tormenta de cuerdas

Entre tantos restos de creaciones añejadas con los años, he encontrado verdaderas obras sentimentales, que muy probablemente no valgan un solo peso para absolutamente nadie. Sin embargo, para mi, son un tesoro de memorias relativamente obsesivas, recuerdos de extrañar que algún día vuelvan a suceder. Aquellas composiciones me hicieron recordar que lo que más deseaba era nunca perder ese sentido que hacía a mi corazón sentir, pero retornar a ese tiempo, sería decrecer todo lo que he madurado hasta ahora, pues ahora tomo el peso de mis errores y el por que hoy en día significan para mi una pesada cruz que sostengo desde hace varios años. Por lo tanto, si he de cargar lo que cargo, es por que he de merecer lo que merezco.
Todo esto, ha traído a mi un mar de inspiraciones nuevas, inspiraciones que me dicen: "es hora de despertar al brutal golem de letras dormido en tus entrañas". Entonces es momento de tomar la guitarra, y poner mis dedos, mi mente y mi voz a trabajar. así como al escribir estos textos, -escuchando a yanni, el pianista y compositor- cuando recuerdo momentos tan finos y agresivos como los de mi pasado, mi mente se llena de alusiones referentes a composiciones llenas de sentimientos y extractos de vidas pasadas donde me sentía feliz, pero quería aún más, quería llenarme de esa sensación, como si hubiese sido un vicio alimentado por mi codicia, por mi ambición...

"Déjame decirte bella mía, que no importa lo abandonado que esté mi corazón en el presente, por que en el pasado sembraste en él, frutos de armonía, y aunque a su lado yo planté aquellas matas de agonía y en mi presente han crecido ellas primero, se que cuando mueran, será por que en el futuro comprenderé que las semillas que insertaste en mi pecho, son más fuertes que las que intentaste cortar en su momento. Si he de ser feliz en el silencio, reconoceré que fueron tus frutas las que endulzan ese futuro que algún día se convertirá en mi presente".




Gracias, Dedicado.- (No pondré el nombre, por que no quisiera que aquella persona se sintiera incomoda)