miércoles, 7 de septiembre de 2011

Diálogos...

-Suspiremos... después de todo es lo único que nos queda por hacer, podemos mirarnos, olernos e incluso hablarnos, pero de ningún modo podemos reírnos.
-¿Qué crees que sucede?
-Francamente no lo sé.
-¿Y qué propones?
-Me cansé de proponer.
-¿Y qué hacemos?
-(Silencio)
-Es fácil sugerir un problema, pero al parecer no es tan fácil sugerir la solución ¿verdad?
-Alguien me mencionó una vez, que los problemas no existen, solo situaciones complejas que siempre tienen una manera de mejorar.
-Ante eso, entonces ¿cómo remedias esto?
-Somos dos en esto, se remedia entre ambos, la responsabilidad recae de la suerte de ambas caras de la moneda.
-Pero esto no es azar.
-La realidad es entonces, que uno falla y el otro se ahoga, ¿cómo funciona el mundo?
-Bajo sistemas impuestos, pero todo sistema tiene fisuras que se deben parchar cuando se presenta una complejidad que amenace el sistema.
-Dado lo que dices, ¿tienes tú algún parche para esta fisura?
-Creo que deberíamos cerrar este dialogo.
-Probablemente, pero eso no soluciona nada, todo lo que comienza como esta conversación, en un determinado momento acaba.
-Antes de continuar debemos comprender que somos materia y la materia no se destruye, se transforma.
-Entonces nuestra solución es transformarnos, aunque siento que tu ya me adelantaste.Te seguiré los pasos, pero seguramente no avancemos en la misma dirección, quizás ya escogiste el sendero, y en ese caso solo me cabe desearte suerte y prosperidad.
-Gracias, es todo lo que quería oír, finalmente tu seguridad magnetiza mis pies a la tierra. Se que estarás bien.
-Lo estaré, siempre lo he estado. Así como tu, la indolencia se ha vuelto un asunto común de mi día a día.
-Fin de esta conversación.
-Cambio y fuera.

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